El diario El País publica en exclusiva las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del metro de Madrid donde se puede presenciar el asesinato del jóven antifascista madrileño Carlos Javier Palomino a manos del militar neonazi Josué Estébanez.
En las mismas, se desmontan con rotundidad los argumentos esgrimidos por grupúsculos neonazis que afirman que el atacante lo hizo en "defensa propia" para "salvar su vida", pues que Carlos Palomino rozara con dos dedos su sueter y recriminara que fuese de la marca "Three Stroke" -vinculada con la extrema derecha- bastó para que recibiese una puñalada en el ventrículo izquierdo de su corazón con una navaja de 25 cms de hoja, que finalmente terminaría con la vida del jóven antifascista vallecano de tan solo 16 años de edad.
Además, solo hay que ver la frialdad con la que aparta a Carlos Palomino tras apuñalarlo, mientras no quita la mirada al resto de los pasajeros del vagón y el modo de coger la navaja, con la punta de la misma hacia abajo, para comprender que no se trataba de una persona "sola e indefensa" como afirma el blog "Josué libertad", sino de un soldado profesional del Ministerio de defensa del Estado Español, bien preparado militarmente, que incluso a posteriori apuñalaría a otro jóven que tendría que ser operado de urgencia y por el que se le imputa homicidio en grado de tentativa, delito específico resultante de una acción en la que se pretendía asesinar, pero no se logró.
Por su parte, la madre del jóven asesinado, María Victoria Muñoz, la cual se niega a ver las imágenes hasta que se celebre el juicio, afirma que desea "que la gente vea el vídeo para que se sepa que le pasó a mi hijo". Encabeza desde hace algunos meses la Asociación de Víctimas de la Violencia Fascista, Racista y Homófoba, convirtiéndose en todo un ejemplo de entereza y lucha, pues como ella misma dice "es algo imposible de superar, pero hay que hacer acopio de valor" y concluye con que "desearía que Carlos no nos hubiera abandonado, pero ahora que no está pido que el asesino pague".
Desde Canarias, también decimos: Carlos hermano, nosotros no olvidamos.
En las mismas, se desmontan con rotundidad los argumentos esgrimidos por grupúsculos neonazis que afirman que el atacante lo hizo en "defensa propia" para "salvar su vida", pues que Carlos Palomino rozara con dos dedos su sueter y recriminara que fuese de la marca "Three Stroke" -vinculada con la extrema derecha- bastó para que recibiese una puñalada en el ventrículo izquierdo de su corazón con una navaja de 25 cms de hoja, que finalmente terminaría con la vida del jóven antifascista vallecano de tan solo 16 años de edad.
Además, solo hay que ver la frialdad con la que aparta a Carlos Palomino tras apuñalarlo, mientras no quita la mirada al resto de los pasajeros del vagón y el modo de coger la navaja, con la punta de la misma hacia abajo, para comprender que no se trataba de una persona "sola e indefensa" como afirma el blog "Josué libertad", sino de un soldado profesional del Ministerio de defensa del Estado Español, bien preparado militarmente, que incluso a posteriori apuñalaría a otro jóven que tendría que ser operado de urgencia y por el que se le imputa homicidio en grado de tentativa, delito específico resultante de una acción en la que se pretendía asesinar, pero no se logró.
Por su parte, la madre del jóven asesinado, María Victoria Muñoz, la cual se niega a ver las imágenes hasta que se celebre el juicio, afirma que desea "que la gente vea el vídeo para que se sepa que le pasó a mi hijo". Encabeza desde hace algunos meses la Asociación de Víctimas de la Violencia Fascista, Racista y Homófoba, convirtiéndose en todo un ejemplo de entereza y lucha, pues como ella misma dice "es algo imposible de superar, pero hay que hacer acopio de valor" y concluye con que "desearía que Carlos no nos hubiera abandonado, pero ahora que no está pido que el asesino pague".
Desde Canarias, también decimos: Carlos hermano, nosotros no olvidamos.
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